Mercados

Lo de esta ciudad y los mercados es tremendo. Hay montones de ellos, a cual más bonito.
Está el famoso mercado de la Boquería, con sus carnicerías mega limpias, sus pescaderías súper surtidas, sus fruterías llenas de productos exóticos y color; de todas las veces que lo he visitado, nunca  he podido escapar sin comprar algo.
Luego tenemos también, la maravillosa cubierta, de hexágonos cerámicos, del mercado de Santa Caterina, y su llamativa estructura a base de vigas de madera que aún huelen a resina y a bosque, cuando entras.
Hay una gran cantidad de estos lugares que se encuentran en obras de rehabilitación, tienen todos el mismo estilo porque deben haber sido construidos en la misma época, y son preciosos. Estoy deseando que terminen para dejarme embaucar por sus puestos.

Extrapolación

Me encantaría que nos grabasen en video y poder vernos desde fuera. Descubrir mi comportamiento en el aula sería: no sólo divertido, sino también instructivo. Y llegaría a comprender tantas cosas.
Entre ellas mis inexplicables lesiones.
Es tanta la adrenalina que segrego durante las prácticas que si me lastimo no siento dolor. Lo sé porque en el momento en el que me corto no me doy ni cuenta, es cuando salgo de la clase cuando descubro sangre, uñas partidas, arañazos, rozaduras, o molestias de las que ignoro su origen. Ojalá con el paso del tiempo consiga aposentarme porque sino, voy a acabar en el Clinic.

Valor emocional

En Barcelona los hornos de pan son como en Gijón las zapaterías, hay uno por cada tres habitantes. Yo, que soy más golosa que presumida, tengo aquí mi perdición.
Hoy compré un bollo de lino redondo, muy bueno. Lo mejor fue cuando me dieron la posibilidad de cortarlo en rebanadas. Vi la máquina con la que lo llevaban a cabo y un escalofrío recorrió mi cuerpo. No había tenido morriña hasta ahora y os parecerá raro pero no la sentí por mi ciudad natal sino por California. Estuve allí en el año 1996, fue un viaje que marcó mi vida, y donde descubrí, por primera vez, la susodicha máquina. Nunca más la había vuelto a ver hasta hoy.
Sé lo extraña que resulta esta entrada pero tenéis que entender que el valor emocional de las cosas es distinto para unas personas que para otras, que nadie puede controlarlo y que depende de las circunstancias de cada uno.

Formas de expresión

En Cataluña decir: El Joan o L' Agnès es correcto.
Cuando lo oí por primera vez me rechinaron los dientes, de pequeña me inculcaron que nombrar a alguien con el artículo personal delante es considerado vulgarismo.
Mi madre que es castellana, de Ávila para más señas, siempre dice que en Asturias se habla fatal, en cuanto a tacos y palabras malsonantes se refiere. Yo no la quería creer pero ha sido llegar a Barcelona y comprobarlo en carne propia. Estoy rodeada de gente muy joven, que suelen ser los que más abusan de estos términos, pues os aseguro que es muy raro oír algo disonante en una conversación.
El vivir aquí me ha servido para darme cuenta de lo que es, o deja de ser, realmente vulgar. Ahora sólo tengo que adoptar las buenas costumbres y abandonar las que traía, es decir, adiós a: "Cagoenmimantu" y hola a: "La María". 

Pasos de cebra

En esta ciudad los pasos de cebra también son diferentes a los que hay en Gijón, por ejemplo.
En el Norte, el diseño consiste en dibujar bandas blancas y anchas ocupando la totalidad de la zona por la que se puede cruzar.
En la Ciudad Condal, la extensión del espacio habilitado para los viandantes viene marcado por cuadros blancos y en el medio hay una frase que reza así: "En Barcelona, 1 de cada 3 muertos en accidente de tráfico iba a pie. Atención todos somos peatones". ¡Ole!, sembrando conciencia.

Detalle

Mi compañera de piso, Paola, acaba de llegar de Mozambique. Ha estado allí tres semanas. Colabora en el desarrollo de un proyecto súper interesante sobre enfermedades como la malaria y el VIH. La hemos recibido con pastelitos y ella nos ha obsequiado con regalines. El mío es esta cocada de libreta. Está hecha a mano por las mujeres del pueblo. Todavía traía algo de arena de África entre sus hojas. Me ha hecho mucha ilusión y quería enseñárosla. ¿A qué mola?

Superado

Aunque el curso se terminase aquí ya habría valido la pena. Hoy, y después de muchos años de intentar que las magdalenas que hacía me quedasen medianamente decentes, lo he conseguido. Es todo gracias a mi maravillosa profesora de pastelería, la señora María José Mendizábal. He hecho 4 variedades: de naranja, de coco, de canela con sésamo y de chocolate con nueces. Observaréis que en la foto sólo hay tres, no podía esperar y me comí una. Estaba esponjosa, jugosa, deliciosa. ¡Yupi, ya sé hacer magdalenas!

Recuerdos

Seguro que habréis oído, en alguna ocasión, que todos tenemos un doble.
Yo no sé si esto es cierto, o no, lo que sí sé es que hay desconocidos que me recuerdan a personas que conozco y que cuando me las cruzo en la calle me hacen pensar en ellas; en cómo les irá, en el tiempo que ha pasado desde la última vez que coincidimos...
Hace casi dos meses que llegué a esta ciudad y lo que os cuento me ha ocurrido unas cuantas veces ya.
A mí me gusta, porque me doy cuenta de la cantidad de gente que conozco, que tengo presente y de la que no me olvido.

Compras

Regresaba del Mercadona cargada como si fuese a haber una guerra; sí, me pasa siempre.
Voy con la idea de adquirir 3 cosas y, no sé cómo pero, acabo trayendo 12.
Puede que este hecho les haga creer que entre esa docena se encuentran las 3 necesidades básicas que me obligaron a desplazarme hasta el colmado. Pues no se lo puedo garantizar, unas veces sí y otras ni siquiera.
Bueno, a lo que voy; la bolsa de plástico en la que acarreaba la comida, casualmente, tenía impreso el nombre del establecimiento, y una señora (sudamericana, para más señas) me interroga: "_ ¿Doñita, dónde es que está ese supermercado?" la indico: " _Es en esta misma calle pero muuuuucho más arriba", me lo agradece y se encamina hacia allí.
Al quedarme sola me dio por pensar que todo sucede por algo. Porque, generalmente, cuando voy a por víveres, llevo bolsas que no tienen porque pertenecer a la tienda en la que he comprado.
Cualquier día me preguntan por el Alimerka y ese si que les va a pillar a desmano, ja, ja, ja.

Haciendo amigos

Os presento a mi nueva aliada. Mis padres dicen de mi que soy alocada, descuidada, impetuosa, atolondrada, atropellada, tarambana, torbellino, y por mucho que me disguste, razón no les falta. Bueno, pues teniendo esas "cualidades", y trabajando en una cocina, estás obligada a tener, como amiga de batallas, a esta maravillosa pomada. Tres quemaduras en un mes y las que me quedan. Voy a intentar reducir el ritmo, porque aunque sea barata, a la que me duele es a mí.

Buena práctica

Ayer mi profesora de pastelería; una profesional como la copa de un pino, con un dominio de la técnica pasmoso y un saber hacer que te deja con la boca abierta, ha felicitado a mi grupo porque el brazo de gitano, bañado en chocolate, nos ha salido bien. ¿Sabéis lo que siente un globo cuando lo hinchan? Yo sí.

El Biospace

Recuerdo aquellos días en los que ir de tiendas consistía en buscar la camiseta de moda, el vaquero que mejor te sentaba, los playeros que necesitabas.... desde que empecé el curso ir de compras es otra cosa.
Gracias a la oferta que posee esta ciudad, tengo negocios especializados para escoger a mi antojo. Uno de los que más me gusta es Biospace. Local de referencia en lo que a productos nuevos, orgánicos, ecológicos, poco usuales...se refiere.
Así como los musulmanes están obligados a ir a La Meca, al menos una vez en su vida; esta tienda es lugar de peregrinación, para los alumnos de la escuela, al menos un día cada 15.
Puedes pasar horas, y horas, y horas, investigando, descubriendo, alucinando.
No sé si me lo vais a preguntar, pero por si acaso ya os respondo yo: sí, es caro. Pero a veces ni siquiera compro, sólo me paseo entre las estanterías y leo las etiquetas.

Chocolate

Otra de las ventajas que tiene este curso es el descubrimiento continuo de comida nueva. Es genial, existen millones de alimentos de los que no había oído hablar en mi vida. Frutas como la carambola, tubérculos como el tupinambo, raíces como las salsifíes, cereales como el bulghur...
Hoy me han presentado el amazake. Me lo han definido muy bien: arroz fermentado agridulce. Primero he puesto gesto de desagrado, después, el profesor, me ha dicho que los vegetarianos lo usan como sustituto del cacao. Ahí ya me ha interesado más y he pensado: _ "Como yo soy adicta al chocolate, y no es algo de lo que me sienta muy orgullosa, voy a ver si pruebo este otro producto y me desengancho". Lo he comprado, lo he diluido en agua caliente, lo he probado y me he comido un bombón para quitar el mal sabor. De esta tampoco toca desintoxicarme.

Famoseo

Cuando voy a Madrid me gusta pasear por la calle y ver famosos. De todas las veces que he ido he coincidido con tres, o cuatro y en alguna ocasión mi acompañante ha tenido que explicarme de quien se trataba porque yo ni siquiera los reconocía. En cambio, en Barcelona, para dos días que me he ido a caminar, ya he visto a Airtana Sánchez Gijón y a Jaime de Marichalard. Si fuese paparazzi me estaría forrando.

Ronda Sant Antoni

Hay un centro neurálgico, en Barcelona, donde poder comprar ordenadores, y productos informáticos, a diestro y siniestro. Se llama Ronda Sant Antoni. Las tiendas que gobiernan este barrio están especializadas en computadoras y demás cachivaches. Es una suerte para el consumidor que se aglutinen de esa manera. Entras en una, tomas nota de precios y características, vas a la de al lado, comparas calidades, visualizas la contigua, te encaminas hacia la de enfrente, creas tus preferencias. Vuelves a consultar algún dato que no te ha quedado claro... y en cuestión de una tarde te traes a casa el P.C. que más te ha convencido. ¿Alguien da más?

Primera baja

Estoy un poco triste porque uno de mis apreciados compañeros deja el curso y se va a Madrid. Parece mentira lo que es el afecto. Lo conozco desde hace poco, no hemos pasado mucho tiempo juntos, pero aún así, me da pena que se vaya. Me cae bien, es muy majete, gracioso, cariñoso, divertido, natural, me transmitía buen rollo y creía que lo tendría con nosotros todo el tiempo. En fin, se marcha porque así lo ha decidido, es lo que quiere hacer y yo lo respeto. Espero que le vaya todo genial y que el destino no nos separe del todo. Seguiremos en contacto Xavi.

¡Señor, sí, señor!

Creo que se acabó lo bueno chicos. Hemos ido a clase de cocina básica. Lo hemos dado todo. Hemos cometido mil errores y, a pesar de eso, hemos llegado a tiempo para presentar todos los platos. Luego, no sé que es lo que ha pasado pero, nuestra profesora se ha enfadado con nosotros. Nos ha hecho tirar los platos a la basura y nos ha pedido que abandonásemos el aula. Lo peor, peor, peor, es que no nos ha explicado nada y estamos desorientados, especulando todo el tiempo, analizando la situación y deseosos de que nos aclare el problema el próximo día.
Causas posibles del enojo:
_ La hemos llamado por otro nombre, que no es el suyo, casi la totalidad de los alumnos.
_ Hemos hecho alguna bechamel que estaba incomible.
_ Nos ha faltado sal en todos y cada uno de los platos.
_ Ha habido una tortilla que ha acabado en el suelo.
_ Estábamos tan desbordados de trabajo que hemos dejado lo de limpiar para el final y se nos ha acumulado la faena.
Si algo de todo esto me tiene que echar en cara no podré replicar, pero no somos niños, puede hablar con nosotros.
Uno de mis compañeros decía que esta forma de actuar le recordaba al trato que recibió en la mili. Supongo que intentan curtirnos. ¡Uf, lo que nos quedaaaaa!

Bubó

He ido con mi amiga Sole a comer pasteles a Bubó.
Uno era de bizcocho, mousse de mandarina y arroz crujiente.
El otro de chocolate con especias, (canela, clavo, pimienta...).
No sé como describiros lo buenos que estaban. Fue una mezcla de sensaciones maravillosa, algo parecido a: mariposas en el estómago, burbujas de champan en el paladar, cosquillas en los pies... no creo que exista el término "orgasmo gastronómico", pero después de visitar la pastelería vamos a tener que inventarlo.

Fotos

Chicos, estoy mayor. No es algo en lo que piense asiduamente, es más, procuro no tocar mucho el tema, pero estar rodeada de jovenzuelos te hace replantearte las cosas y sobre todo, ¿sabéis cuando se hace más evidente el paso del tiempo?, cuando nos hacemos fotos.
He recibido un mail de la escuela en el que me informan de que, para formalizar mi matrícula, he de presentar dos fotos, tamaño carnet, y firmar una documentación. Ni corta, ni perezosa me he puesto en marcha. Este es el resultado.
Si comparo el retrato actual con el que tengo en el perfil del blog he de concluir: por dentro sigo sintiéndome como esa niña, pero el envoltorio está empezando a arrugarse un poco. Carpe diem.

Inteligencia superior

(Cotilleo): ¿A qué no sabéis de qué me enteré el otro día en clase de marketing? 

(Inciso): Qué ya os digo, desde ahora, que es una de mis asignaturas preferidas.
Manda narices que haciendo un curso de cocina sea esta materia, bastante alejada de lo que es en realidad la restauración, la que más me guste.
Bueno, no pasa nada, estoy aquí para encontrar mi camino y si resulta que la senda a explorar es una ramificación del tronco principal, pues bienvenida sea.
En fin, retomando el tema con el que empezaba la entrada. Vais a alucinar. La incógnita que lanzaba el hijo de mi profesor...
(Sí, otro inciso): es que ese día el maestro no pudo acudir a impartir su clase y mandó a su vástago; un niño muy mono que mantuvo la atención de las féminas sin esfuerzo y la de los chicos no sé como. (Es que yo pertenezco al primer grupo.)
Al grano, nos encontrábamos analizando las Debilidades, las Amenazas, las Fortalezas y las Oportunidades de McDonald's cuando nos planteó el dilema: _ "¿Sabéis en realidad qué clase de negocio es McDonald's?" Silencio sepulcral y desconcierto. Cuando te formulan una duda así lo primero que se te viene a la cabeza es: _ "¡Cuidado, pregunta trampa!"
Aún así alguien se atrevió a responder: _ "Una empresa de hostelería, un restaurante, un sitio donde te dan de comer..." ninguna contestación era correcta.
_ "¿Entonces?"
_ "Es un negocio inmobiliario".
_ "Però qué dius nen?" dije yo, (que ya empiezo a dejarme empapar por el idioma).
_ "Sí, sí, sí, pensadlo. Los locales en los que están operando son propiedad de la empresa. Y ¿cómo son?"
_ "Los mas grandes."
_ "¿Dónde están situados?"
_ "En las mejores zonas."
_ "¿Cuántos tienen?"
_ "Tropecientosmil"
_ "¿Os dais cuenta de lo que revaloriza esto a la empresa?"
Pregunta que hicimos después: _ "¿Y Zara?"
_ "Lo mismo".
Ostras tú, que cabezas más bien amuebladas hay por el mundo.

Soy guiri

Los días de diario no soy tan consciente pero los fines de semana me veo como una turista más. Es un poco extraño ser guiri a tiempo parcial, pero es lo que hay. Bueno pues, por recomendación de una amiga, he ido a visitar la iglesia de Santa María del Mar. Me gustó una vidriera moderna que tienen en la última ventana de la nave izquierda y su impresionante altura; pero estaba llena de gente que, como yo, deseaba inmortalizar las pruebas de su estancia en ese lugar. Esta circunstancia me impidió disfrutar del recogimiento y la tranquilidad que, por el camino, tonta de mí, creía que iba a encontrar. Quizá la solución pase por volver otro día con menos concurrencia de público. Me lo pensaré.

Montacargas

Este es el ascensor que hay en mi casa. Es muy antiguo y por eso mismo es tan llamativo. Cuerpo de malla metálica, a través del cual, puedes observar la maquinaria. Doble embarque. Cabina de madera noble, con puertas de apertura manual. Estrecho, como no hay otro en el mundo. Tremendamente incómodo. Sin espejo. Pero a pesar de todos esos inconvenientes me tiene prendada. ¿Y a vosotros?

Santiago Calatrava

Es la última oportunidad que le doy (no es verdad, lo digo y después no lo cumplo). Siempre me decepciona. Proyecta obras que en el papel son maravillosas pero luego no remata. Véase "El ojo" de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en Valencia; o el Palacio de Congresos, en Oviedo. En Barcelona a construido un puente. El Domingo programé su visita. Está un poco lejos de donde vivo, así que por el camino me iba creando expectativas: ¿cómo será?, ¿qué impresión me causará? ¿me quedaré anonadada? Esperaba más de lo que me encontré en realidad. El entorno no es bonito, estaba en obras aún, no sirve para sortear un ancho y hermoso río sino que salva las vías del tren... Así que cuando lo vi concluí: es correcto; (que es lo que dice mi profesora de pastelería cuando algo no está ni bien, ni mal).

Anécdota para la posteridad

Tenía otra entrada preparada para hoy pero es que me ha pasado una cosa que no puede esperar, para ser contada, por lo que tiene de chocante, sorpresiva e inesperada.
Os sitúo: estoy, con dos compañeras del curso, en un bar, tomando un refresco.
Llega la dueña, me oye hablar y me pregunta: "¿Eres asturiana o gallega?"
Me asombro y la digo: "Asturiana, ¿en qué lo nota?"
"En el acento" me responde (y yo creyendo que no tenía de eso)
La interrogo: "¿Conoce usted Asturias?"
Y me informa: "Sí, yo soy gallega"
Así que se me viene a la boca la frase: "Uy, pues: gallegos y asturianos primos hermanos"
¡Para qué quieres más!, no va y me espeta en ese momento: "¿Y no conocerás a alguna camarera asturiana que quiera trabajar aquí?"
Teníais que haber visto mi cara: ojos abiertos hasta límites insospechados, rojez en las mejillas, estupor en mi cabeza y palabras en mis labios: "Yo misma"
"Pues ven que te voy a comentar"
Vale, las condiciones no me convencieron, estaría tanto en sala como en cocina pero trabajaría muchas horas y eso me restaría tiempo de estudio. Me dio una pena loca porque odio rechazar una oportunidad, además hubiese sido un buen rodaje para comenzar, pero no era mi momento. Esperaré a tener mi título para sacarle el máximo rendimiento.
Con lo que me quedo: tengo una suerte que no es normal.
Mi amiga Amaya dice que se me aparece La Virgen.
Mi amiga Sole se expresa manifestando que tengo una flor en el culo.
Son formas de verlo. Pero todas ciertas. Ahora la preocupación es: ¿sabré valorarlo y agradecerlo lo suficiente? 

Sorprendente

Tengo un nuevo amiguín en el Facebook. Os va a sorprender pero es así, se llama Ferran Fisas y es mi profesor de Marketing. Un tipo poco convencional. Da unas clases muy amenas y nos hace replantearnos muchas cosas. Él enfoca siempre la venta, el valor del producto, la ventaja competitiva...desde el punto de vista emocional. Está convencido de que: venderás más, cuantos más sentimientos (positivos, por supuesto) consigas despertar en tú cliente. Intenta inculcarnos que somos magos y que creamos experiencias. Tiene mucha labia y una sale de su clase con un alto grado de autoestima.
En medio de los apuntes, que nos facilitó, había intercalada una hoja con esta frase: "Podéis hablarme desde Facebook. Os escucho" Yo quise comprobar si aquello era un farol y solicité su amistad; a las dos horas me la había concedido. Ahora ya no hay vuelta atrás. Es la primera vez que un profesor se muestra tan accesible a los alumnos. Él me ha enseñado que éste es el primer paso para alcanzar el éxito. Existen otros dos. Si os apetece, otro día os los cuento.

"Barcelona es bona...

¿Sabéis cómo sigue la frase, verdad? Por si alguien lo ignora: ...si la bolsa sona"
Pues literal; doy fe. Creo que aún no ha habido un día en el que no haya tenido que abrir la cartera. Necesito dinero para comprar:
_ Ingredientes con los que practicar; algunos tan poco usuales como, la soja blanca, el nigari o la goma xantana. Me diréis: "pero si eso es barato"; ya, suma y sigue.
_ Numerosos utensilios más o menos indispensables, por ejemplo: flaneras individuales, varillas metálicas, lenguas de silicona, ralladores microplane, un sifón de protóxido de nitrógeno (totalmente prescindible pero del que algún compañero ya se ha enamorado y está dispuesto a incluir en su carta a los Reyes Magos).
_ El diccionario de catalá.
_ Una crema para la cara, que entre el gorro y los vapores de la cocina, me ha vuelto a salir acné juvenil.
_ La impresión de los apuntes en una fotocopistería cercana a mi casa.
_ El ordenador portátil.
_ El metro.
_ El alquiler.
_ El curso en sí mismo.
Vamos, que voy a estar sin entrar en Zara lo que me resta de año, con lo mono que se ve todo desde fuera.

Segundo piso

Desde mi punto de vista, en Barcelona, tienen una forma extraña de numerar las alturas en los inmuebles. Si busco piso y leo un anuncio en el periódico: "Segunda planta" me sitúo y pienso: "_Vale, estaré a unos 7 metros, con respecto a la cota 0, de la calle", cuando vas a visitarlo te encuentras con que hay: un entresuelo, una planta principal, un primero y por fin, tu elevadísima, planta segunda. Desconozco por qué llaman a la primera: principal y por qué no siguen con la segunda después de esa principal, pero es un tónica que he comprobado y se cumple siempre.
Luego está lo de las puertas. Es decir, si en esa planta, llamémosla X, hay más de una vivienda, no van a ponerle letras sino números, y así puedes encontrarte viviendo en la Segunda, segunda; lo que en mi ciudad equivaldría a vivir en el Tercero B. Os parecerá una tontería pero todo requiere su aprendizaje.

Turris

La panadería entre las panaderías. Un referente en lo que a calidad se refiere. Y del trato ya ni hablemos, de lo más amable, de lo más atento, de lo más agradable... yo estoy encantada. Ya he probado los cruasanes integrales de semillas, que no tienen parangón; el pan con cereales recién horneado, que nunca llega intacto a mi casa; las cocas de verduras, esponjosas y cubiertas de pisto; los sneckens con un poco de anís estrellado y pasas en abundancia... y lo que me queda aún por probar. ¡Yupi, menos mal que tengo tiempo suficiente por delante y qué suerte que esté tan cerca!

Direcciones

Las calles de Barcelona son largas como días sin pan. Tenemos La Gran Vía de las Cortes Catalanas con 689 portales y 13 kilómetros de longitud. Yo vengo de una ciudad en la que la avenida más extensa debe ser la de Juan Carlos I, es decir: unos 2 kilómetros y medio. Comparen y entiendan ahora mi desconcierto cuando al comentar: _ "Tengo que ir a la calle Valencia",
me preguntaban: _"¿Valencia con qué?"
y yo: _"¿Con qué de qué?"
_ "Sí, hombre, ¿con qué otra calle?"
_ "Con ninguna, Valencia 78"
_ "Ah, eso debe estar en Valencia con Rocafort"
Yo no entendía nada, hasta que después de vivir esta misma situación, 4 o 5 veces, me percaté de que no es lo mismo Valencia 68 que Valencia 568, y que si no estableces tus coordenadas acotadas entre dos calles, como mínimo, nadie sabrá a donde te diriges exactamente. Poco a poco.

Curiosidad

Hoy tengo una noticia graciosa. ¿Sabéis que Barcelona tiene un tipo de baldosas que usan para pavimentar sus "carrers" de diseño exclusivo? Son cuadradas, de unos 15 cm de lado y tienen una flor troquelada. Las venden en las tiendas de recuerdos, ocupan el mismo lugar que los llaveros de la Sagrada Familia o los bolígrafos del Parque Güell. Puedes usarlas de adorno, como pisapapeles o de salvamanteles. El caso es que esta gente le sabe sacar provecho a todo y lo mejor es que lo hacen bien.