jueves, 21 de noviembre de 2013

Haciendo amigos

Os presento a mi nueva aliada. Mis padres dicen de mi que soy alocada, descuidada, impetuosa, atolondrada, atropellada, tarambana, torbellino, y por mucho que me disguste, razón no les falta. Bueno, pues teniendo esas "cualidades", y trabajando en una cocina, estás obligada a tener, como amiga de batallas, a esta maravillosa pomada. Tres quemaduras en un mes y las que me quedan. Voy a intentar reducir el ritmo, porque aunque sea barata, a la que me duele es a mí.

4 comentarios:

  1. En el fondo creo que todas somos un poco torbellinos, y queremos hacerlo todo rápido, nos gustaría mover un poco la nariz como la bruja Samanta y encontrarlo hecho y eso no pede ser. Esa amiga que te has comprado creo que también yo la necesito.Es buena?. Mucho cuidado y muchos besos

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  2. Ja, ja, ja, como amiga es la mejor, te la recomiendo al 100%. Besitos

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  3. ¿Quién dijo que la cocina estaba exenta de peligros?.No sólo hay que tener en cuenta los temibles cuchillos, las terribles cebollas, los malditos cristalitos en los que se convierten los vasos o platos arrojados involuntariamente por ti o tus niños al suelo, etc... sino también las jod..das quemaduras !con lo que tardan en curar!

    De todas formas y por más que quieras evitarlo, son gajes del oficio.

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  4. Qué razón tienes. Lo más curioso de todo es, que como estoy tan atacada mientras realizo la práctica, no me entero de que me corto, me quemo.... es, cuando salgo de la clase, cuando me empieza a doler y descubro heridas de guerra que no sé como me he hecho.

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