domingo, 9 de marzo de 2014
Probando, probando.
Siempre hay una primera vez para todo. He hecho apfelstrudel. Un delicioso postre alemán. Se elabora con un hojaldre de características especiales y un relleno de manzana y pasas. La verdad es que el interior admite todo lo que le quieras poner, tanto dulce como salado. La complicación de este plato radica en estirar la masa. Es sumamente delicada y dice la tradición que ha de terminar siendo tan delgada que a través de ella puedas leer un poema de amor. ¿Quién dijo que los alemanes eran fríos?
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Supongo que te habrá salido estupendo, como todo, no en vano tu pones a dto. mucho rigor, sigue igual. Muchos besos
ResponderEliminarBueno, tanto como estupendo... Se deja comer, pero necesita mejorar; tiempo al tiempo. Muack!
EliminarVivan las valientes!!! Mañana en clase de 10. ;-)
EliminarJajajajaja, ¡ojalá! pero que no lo publiquen en el tablón de anuncios que me muero de vergüenza ;-P
EliminarSon las cuatro de la tarde, hoy he comido mas bien poco, me pongo a leer tu blog y me encuentro con este postre tan exquisito, la he fastidiado porque ahora no me concentro en el trabajo y solo pienso en tomarme un trocito de esa maravilla de pastel, no tengo arreglo
ResponderEliminarVente y te lo preparo cuando quieras. Besito.
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