lunes, 24 de marzo de 2014

Trabajo duro

Ya sabéis que he estado de exámenes y cuando te preparas para afrontarlos piensas que todo es muy complicado, que caminas cuesta arriba, que te llevas la peor parte... pero ha ocurrido una cosa que me ha hecho colocarme al otro lado, que me ha hecho pensar en cómo lo viven mis profesores y no les he envidiado ni un poquito.
Os cuento: lo primero, y más duro, es leerse, y retocar, uno a uno, cada libro de recetas. Imaginaos, son todos iguales, con lo cual han de repasar la "Crema de calabaza con tortellini de queso fresco, sésamo y reducción de Oporto" tropecientasmil veces.
Lo segundo llega cuando tienes que corregir los exámenes. Somos muchos y todos poseemos un estilo, una forma de expresarnos y un tipo de letra personalizados. Así que, si a alguien, en vez de tachar y dejar un antiestético borrón, le da por utilizar tipex, consigue que mi profesora de pastelería se quede perpleja y la obligue a preguntar, entre sorprendida y encantada: _"¿Quién ha tenido la deferencia de usar corrector?" ¡Señor, la de cosas que se tienen que encontrar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario