miércoles, 5 de marzo de 2014

Cuchillos

Es gracioso descubrir, una vez más, que soy animal de costumbres. Cuando llegué a la escuela podía utilizar cualquier tipo de instrumento que ninguno me resultaba extraño, ahora he de usar MIS cuchillos, no sé que me pasa pero creo que he sufrido una mutación en las manos y sólo me adapto a ellos. No cortan bien, necesitan ser afilados, pesan un poquito, alguno tiene la punta roma por haber sufrido una desafortunada caída, pero aún así me resulta incómodo trabajar con otros.   

2 comentarios:

  1. Cada cura con su misal, y cada maestríllo con su librillo, y que razón tiene el refrán!

    ResponderEliminar
  2. Así es, nada como el sofá de uno, ni como la cama de uno, .... así podíamos seguir hasta la extenuación.

    ResponderEliminar