Tenemos una nueva asignatura denominada: coctelería, (si en clase de enología salía un poquito tocada no os quiero contar en que estado espero salir de esta).
El temario nos lo imparte un barman profesional. Sólo hemos tenido una clase con él y quizá sea muy pronto para sacar conclusiones pero me pareció que, mi nuevo profe, es una de las persona más transgresora que hay actualmente en la escuela, un tipo curtido, alguien que está de vuelta de todo, políticamente incorrecto y tan bueno en su trabajo que se ha ganado el derecho a obviar las exigencias de un cliente cuando éstas van en contra del buen hacer. Sólo han sido dos horas y ya nos tiene atrapados, es lo que tiene el carisma.
La cocina puede ofrecer muchos placeres pero, que leche, un buen coctel también da muchas alegrías, sobre todo si no es uno sino varios o bien uno solo pero en cantidad, je, je, je
ResponderEliminarjejejeje y más que la cantidad te diría lo bien que los hace, con puré de frutas frescas recién chafadas. El daiquiri de frambuesa con el que nos deleitó el otro día a pasado a formar parte de mis bebidas favoritas, este hombre me hunde la vida.
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