sábado, 15 de febrero de 2014

Taller de croissants

El Miércoles tuve la suerte de poder asistir a un taller de croissants impartido, nada más y nada menos, que por el mismísimo Don Xavier Barriga. Todo un lujo.
Primero: porque era totalmente gratuito (¿veis como poco a poco me voy catalanizando?)
Segundo: porque tener "al maestro" trabajando a dos metros escasos de ti, hace mucha ilusión y
Tercero: porque me sirvió para comprobar el nivel, más que aceptable, que vamos adquiriendo en la escuela.
El cursillo lo dieron en catalá pero no me resultó difícil de seguir, tomé nota de cantidades y técnicas, luego, con el rabillo del ojo, consulté apuntes ajenos y comprobé, con sorpresa, que coincidían. Fue muy ameno y al final nos regalaron un croissant recién horneado, crujiente, jugoso, mantecoso, delicioso. Lo mejor, mejor, mejor: me atreví a pedirle, por favor, que me dedicase su libro "Bollería" (regalo de mis exjefes) y él, gustosamente, accedió.



2 comentarios:

  1. Lo que más me gusta de la bollería: el croissant y la ensaimada. Con cafétito con leche un buen desayuno, y si esta pasado por la plancha y un poquito de mermelada ni te cuento.

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  2. La verdad es que en ningún sitio se desayuna mejor que en Barcelona. A mi siempre me sorprende la cantitad de bollería que hay en cualquier cafetería, panadería y pastelería. Se nota esa influencia europea, afrancesada quizás, que huye de los fritos de los churros y porras que, por ejemplo, te encuentras en Madrid. Un dato: En Cataluña están más del 60% de todos los fabricantes de chocolate de España. Será por eso.

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