domingo, 16 de febrero de 2014

Concurso

Hay un certamen de microcuentos gastronómicos al que me quiero presentar. El reto consiste en desarrollar una historia en 10 líneas y acompañarla con una receta singular y tan correctamente descrita que cualquier persona, ajena a la cocina, pueda ejecutarla.
Hasta ahí lo veo más o menos plausible. Sigo adelante, me adentro en las bases y ya en la primera, surge el conflicto: textos escritos en catalán, valenciano o balear. ¡Ay señor! Yo no redacto en ninguna de esas lenguas, así que lo llevo crudo. Y ahora tengo a mi cabezonería intentando pasar por encima de mi raciocinio y buscando soluciones. He pensado en implicar a algún amigo en el fraude, pero como el premio no tiene tanto valor para mí, como para poner en un brete a nadie, voy a recurrir al traductor de google. Ignoro que saldrá de todo esto, y para averiguarlo habrá que esperar hasta finales de Mayo, pero no os preocupéis que os mantendré informados.

1 comentario:

  1. Tienes tiempo de poderlo hacer y de recurrir a alguien. Si se me ocurre algo ya te lo diré. Con tu fuerza y tesón, saldrás victoriosa.

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