jueves, 13 de febrero de 2014

Salida (2ª parte)

Ayer os hacía una pequeña introducción de lo que fue nuestra excursión del fin de semana, pero la visita no se terminó en Codorníu. También tuvimos la suerte de conocer una bodega familiar, en la que el trabajo se hace a pequeña escala y de otra manera. Su nombre: Can Ráfols dels Caus, un bonito lugar en el que hay un capricho enterrado.
Una de las cosas que más llamó mi atención tiene que ver con la admiración que siento yo por los catalanes. Es difícil contaros esto en pocas palabras pero la sensación que me transmite esta tierra es la de que aquí las personas que se proponen hacer bien las cosas: se comprometen, se implican y luchan por ello.
En Cataluña hay varias denominaciones de origen. Cada una de ellas constreñida a una serie de normas, establecidas por un consejo regulador.
Pues bien, existen piratas que hacen trampa, degradan el producto, desprestigian la imagen, y tiran por tierra el esfuerzo de los buenos profesionales.
¿Cómo solventar tamaña deslealtad? Creando un nuevo grupo en el que sólo tengan cabida los que sepan jugar limpio.
Estad atentos, una original simiente ha enraizado en esta tierra, pronto dará su fruto. Espero que su esencia os guste tanto como a mí.

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