miércoles, 26 de febrero de 2014

Los entresijos

No os podéis ni imaginar la cantidad de cálculos que hay que hacer, en un restaurante, si queréis que el negocio sea rentable.
Visto desde fuera podríais pensar que, si tienes un local de comidas, lo que más vas a hacer es cocinar. ¡Ay, pobres ilusos!, no me voy a poner en plan radical pero, casi os diría que, antes de encender ningún fogón habréis gastado la pila de la calculadora tres veces.

  1. Estandarización de recetas. Las paupiettes de lenguado con espinacas y velours de limón ¿qué ingredientes llevan?, ¿qué cantidad de cada uno de ellos has de poner en cada ración? ¿cómo se elaboran? y foto de presentación. ¿Verdad que cuando pedís vuestro plato favorito, esperáis que sea siempre igual? Eso de: _"Me encanta el pollo con arroz que sirven en este sitio", y de repente: _"Uy, hoy no nos queda arroz se lo pongo con patatas", o _"Es que no ha llegado el pollo se lo hago con ternera", o _"Verá, ahora el pollo con arroz se llama conejo con verduras" no mola nada. 
  2. El siguiente paso es el Escandallo, sí, menuda palabreja, pero te salvará de un fracaso. Consiste en calcular el valor, en euros, de la materia prima que lleva cada plato. Si te has currado el primer paso esto será coser y cantar. Multiplicarás los gramos de cada producto por su precio y obtendrás el número mágico.
Existen mil pasos: relevés, inventarios, pedidos, proveedores, alquiler, mano de obra, impuestos... pero por hoy no os voy a aburrir más, sólo quiero que la próxima vez que vayáis a un restaurante penséis en esto y lo valoréis.

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