Incomprensible

Estas son algunas de las contradicciones con las que he de bregar en mi día a día.
Odio las matemáticas.
Soy cuadriculada.
Me encanta la pastelería porque en ella dos más dos siempre son cuatro.
La cocina no me atrae tanto porque generalmente tres y dos no tienen necesariamente porque sumar cinco, es más, depende del sitio en el que estés puede que el resultado sea seis, quizá por una casualidad del destino sean cuatro y medio, pero nunca puedes garantizar que no acaben siendo cinco y tres cuartos.
Conclusión, que razón tiene mi madre cuando dice: _"Qué te aguante el que te entienda".