miércoles, 15 de enero de 2014

Ética

Desde hace unos tres meses he tenido el privilegio de conocer a un montón de personas admirables.
Sí, ya sé que algunos dirán que soy fácilmente impresionable, y estarán pensando: _"Verás como luego no es para tanto".
Vale, leedme y después hablamos.
Tengo un profesor llamado Pep Nogué, que además de ser una biblioteca andante, con información detallada y copiosa sobre productos, sabores, texturas, métodos, técnicas... también es un tío muy comprometido.
Para explicaros el por qué, tengo que empezar por definir ¿qué es un payés?; sintetizando: campesino catalán.
Bueno, todos somos conscientes del declive del sector agrícola, ganadero, pesquero... de este país, del poco prestigio, del poco reconocimiento, del poco respeto, de la poca importancia que se les otorga a los trabajadores que desarrollan esas labores; la mayoría nota que no es rentable y abandona.
Pues bien, mi profesor tiene un hobby: fabricar su propia cerveza y en la formulación incluye trigo sarraceno, ingrediente que permite a uno de esos payeses seguir con su actividad. Es de los pocos que quedan por su zona pero, tiene tanto interés en que esa forma de cultivo no se pierda que, ha buscado la manera de perpetuarlo.
Ahora me diréis que es un romántico sin solución, yo también lo creo, pues que bien que así sea, ¿no?.  

3 comentarios:

  1. Efectivamente...
    Hay empresas que, como tienen interés, montan un departamento de Responsabilidad Social y hay gente que, cono tiene responsabilidad social, monta empresas interesantes.

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  2. Aquí en Murcia viene sucediendo hace años lo que tú apuntas con la agricultura. Son trabajos duros que muchas veces no dan los frutos deseados tras el esfuerzo realizado. Bien por tu profe............

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    1. En Asturias pasa igual, volvemos a lo de antiguamente, cuando tener vacas lecheras, o pomares para sidra, era cuestión de autoabastecimiento; de otro modo no compensa.

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