domingo, 19 de enero de 2014

Cocina furtiva

Hace poco, una amiga me mandó un correo informándome de un proyecto que se está poniendo en práctica en Valencia. Una chica transformó su casa en un restaurante clandestino. Los primeros comensales fueron convocados por conocidos de la cocinera, el único requisito era que ella no los hubiese visto jamás y que ellos no supiesen a dónde iban. La iniciativa tuvo éxito y ahora los clientes acuden gracias al boca a boca, o porque indagan, preguntan, se informan y averiguan el día y el lugar. Ninguno sabe qué, ni con quién, cenará esa noche, y eso cierra el halo de misterio que envuelve a la actividad.
Yo pienso que es una idea muy interesante pero tengo entendido que en Barcelona aún no se ha llevado a cabo. Se lo he comentado a mi amiga y ¿sabéis lo que me ha respondido?  _ "Quizá os toque a vosotros crear algo parecido ahí". ¡Qué locura, y yo pensando en ello y todo!

4 comentarios:

  1. En realidad, lo siento, en Barcelona hay varios restaurantes clandestinos. Los hay de distintos tipos. Desde restaurantes que están en la trastienda de un comercio o taller (tintorería, taller mecánico, farmacia, etc..) hasta en pisos particulares...
    Pero como son clandestinos... pues eso, que son clandestinos.
    Indaga, búscalos en otras lenguas y seguro que los encuentras.

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  2. Aquí van cuatro, pero hay muchos más.
    http://laguiadelsibarita.com/2012/10/25/restaurantes-clandestinos-en-barcelona/

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  3. Ay Anónimo, no lo sienta, que el que existan sitios así es como para estar feliz. Le agradezco la información, ahora sólo me queda probarlos.

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    1. En Cuba hay unos restaurantes que deben ser algo parecido a los que tú te refieres y se llaman paladares, los regentan familias y son muy graciosos

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