sábado, 11 de enero de 2014

Debilidades


Mi propósito era ponerme a régimen después de las fiestas. Ahora me queda definir de que fiestas exactamente.
Os cuento esto porque ayer, al pasar por Takashi Ochiai; una pastelería japonesa, en la que venden uno de los mejores croissants  que haya tenido el placer de degustar; la tentación se presentó con tanta fuerza que sucumbí. Mi incapacidad de resistencia me permitió descubrir una delicia, un manjar, un pastel con la textura perfecta, crujiente por fuera, jugoso por dentro, con un sabor y un olor a mantequilla excepcionales. Bendita pusilanimidad.

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