Un regalo más

La semana pasada hemos disfrutado con la presencia de otro nuevo profesor, se llama Jordi Farrés y es un prestigioso pastelero que tiene el don de dominar el chocolate. Cuando alguien se coloca ante mí con ese currículum ya no necesita atesorar ninguna otra cualidad, ésa posee tanto peso que me atrapa. Hizo cuatro postres a cual más llamativo. Él los describía como extremadamente sencillos, poco elaborados, improvisados...yo los veía sofisticados, elegantes, rompedores. La humildad, en una persona llena de premios y reconocimientos, es un punto a su favor. Y lejos de  mostrar con ella sus limitaciones lo que hace es catapultarlo a lo más alto. Mañana tengo cita con el marmolista, necesito encargarle un nuevo pedestal, como siga conociendo eminencias a este ritmo, voy a acabar diezmando las reservas de travertino mundiales.