domingo, 4 de mayo de 2014

Buscando el origen

El acto de comer puede ser muy placentero. Matizo, el acto de comer bien puede ser muy placentero. Tanto es así que la iglesia creyó conveniente incluir a la gula en la lista de los 7 pecados capitales. Hace muchos años vi una película que tocaba un poco este tema, se llamaba El festín de Babette. Os la recomiendo, es muy bonita y pone en entredicho el puritanismo y la mojigatería de aquellos años en los que se consideraba que disfrutar de la buena mesa era pecado.
"Llega un tiempo en el que se abren nuestros ojos y comprendemos que la gracia es infinita y lo único que debemos hacer es esperar con confianza y recibirla con gratitud".
Así que, gracias, gracias, y mil veces gracias.
Gracias a mi abuela Fina que supo inculcarme el gusto por el buen hacer, por las cosas bien presentadas, por la delicadeza, y la finura, a la hora de servir.
Gracias a mi abuela Alicia que me ha dado momentos maravillosos entorno a su mesa, con manjares que, he comprobado, se merecen tres estrellas Michelín.
Y como no, Gracias a mi madre que me ha alimentado siempre de la mejor manera posible, que ha sembrado en mi el amor y la inquietud por sus recetas, permitiéndome participar, desde muy pequeña, en la alquimia de su cocina y tratando de trasmitir lo que tiene de fundamental la nutrición.
Esas tres mujeres han jugado un papel decisivo en mi vida, y sólo me queda estar en deuda con ellas hasta el final de mis días.

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