Una gran mayoría de personas me confiesan sus secretos. Me los cuentan así, sin más. Confían en mí. Yo estoy encantada y disfruto escuchándolos. Es un privilegio custodiar los deseos, novedades, e ilusiones, de mi gente. Pero no siempre resulta fácil desempeñar ese papel porque soy muy emocional y si algo me agrada, me sorprende, o me disgusta, necesito compartirlo con un grupo.
Uno de los mejores momentos consiste en desvelar el misterio, no por mí (que moriré sin decirlo, si con esa condición me lo han contado), si no por obra y gracia del implicado. Poco a poco empieza a trascender la noticia. Y el peso, que durante un tiempo he soportado yo sola, se comienza a repartir, cuantos más pilares sustentemos la carga, más liviana será.
Hola guapa no se si te llegará el comentario
ResponderEliminarAlto y claro.
EliminarEs una prueba
ResponderEliminarAquí estoy fiel a nuestra cinta mañanera, haga frío o calor, con lluvia o con sol, acompañada de mis dolores matutinos, que les debo de tratar muy bien pues no me dan tregua. Que lío, me han cambiado la información de mi iPad, y he tenido que ir a una tienda donde me pusieron un nuevo navegador. No se sí saldré de ésta,besos
ResponderEliminar¡Venga ya! mi tía Pi no se va a dejar vencer por nada, ni frío, ni calor, ni dolor, ni iPad. ¡Besito, rubia!
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