viernes, 2 de mayo de 2014

Aprendiendo a base de errar

Hace poco hice una tarta tatin. Para elaborarla compré unos plátanos que eran como madera, no podían estar más verdes, más duros, ni más insípidos, pero mientras me los pesaban pensaba: bueno, como van horneados se ablandarán y quedarán muy buenos. Craso error. El resultado fue catastrófico, la fruta no sufrió ninguna mejora, no se produjo el ansiado milagro y desgraciadamente estaban incomibles. Lección grabada a fuego: _"Una buena técnica nunca mejora un producto"
Yo ya lo he asimilado, si para convenceros tenéis que escarmentar en cabeza propia: adelante, cuanto antes mejor. A partir de ese momento lo único que nos queda es mercar bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario