miércoles, 4 de junio de 2014

Gratamente sorprendida

Cuando empiezas a estudiar un nuevo idioma traduces, o creas expresiones, de manera literal. A veces coincide que el resultado está bien y otras no, por eso tus profesores intentan transmitirte que has de abandonar tus hábitos y "pensar en inglés" (por ejemplo).
El Viernes nos enseñaron a hacer cookies, (sí, lo sé, la envidia os corroe) las había de dos tipos: secas o tiernas. Para conseguir obtener un efecto, u otro, has de jugar con temperaturas, tiempos de cocción, etc... mientras mi profe explicaba todo esto una compañera preguntó: _"¿Qué tal, si además de eso, cambiásemos el tipo de azúcar? ¿Podríamos usar un invertido para conseguir el mismo resultado?"
A lo que mi maestra respondió: _"Sí, tendrías que poner un poco de cuidado en la cantidad y hacer alguna que otra prueba, pero sí, podrías"
Mientras tanto me di cuenta que esa chica había llegado a un nivel de comprensión, de lo que es ser pastelero, muy elevado. Buscar una alternativa a la receta básica para amoldarla a lo que tú deseas, aplicando técnicas, o ingredientes conocidos, es "pensar en inglés". Ella es americana, puede que parta con algo de ventaja, pero aún así: chapeau.

No hay comentarios:

Publicar un comentario