martes, 3 de junio de 2014

Prudencia

A mi profesora de cocina básica le encanta ponernos a prueba. La semana pasada el brete consistió en hacernos probar los platos que habían cocinado nuestros compañeros y evaluarlos. El corte, la presentación, las texturas, el sabor...y ¿cómo haces para ser imparcial, opinar sin molestar, manejar la corrección y el respeto por el esfuerzo ajeno y decirlo todo con absoluta sinceridad? Os digo que ser neutral es complicado; primero: porque al que tienes que medir no es un extraño, sino uno de los tuyos, y segundo: porque aún nos faltan conocimientos como para poder emitir un juicio de valor sobre cualquier cosa. Ojalá recuerde este ejercicio la próxima vez que se me ocurra abrir la boca.

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