miércoles, 11 de junio de 2014

Macarons

Nos han enseñado a hacer este postre de origen italiano. Conseguir la perfección es muy difícil. Hay que tener en cuenta muchos factores, temperatura y humedad ambiental, grados del almíbar para incorporarlo al merengue, uniformidad del escudillado, y lo principal: el secado de la piel superior. La masa ha de estar lo suficientemente estructurada como para que cuando los horneemos el aire no los rompa. Lo más bonito es la manera en la que se comprueba este punto tan complicado de evaluar. Atentos: una vez salen de la fermentadora has de acariciarlos delicadamente, para cerciorarte de lo lisa que está cada pieza y asegurar el éxito.
Menos mal que no soy macaron porque los toqueteos superficiales me ponen la carne de gallina y la impresión que daría sería de grumitos.

1 comentario:

  1. Que salada eres!. Ese postre o lo conocía yo. Muchos besos

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