lunes, 16 de diciembre de 2013
Muestra
En mi última clase de pastelería molecular compartí mesa con mi amiga Sole. Algún día tengo que hablaros de ella con más detenimiento, de momento os avanzo que es la perfección hecha mujer; buena, dulce, tierna, simpática... un cielo. Nos llevamos muy bien, nos apoyamos la una en la otra y nos complementamos de maravilla, así que, generalmente, cuando nos ponen juntas, el resultado es brutal. Os parecerá una bobada pero la sinergia que tengas con la gente con la que trabajas influye mucho en el resultado del producto. En fin, a lo que iba, nos mandaron hacer un bizcocho, podíamos enriquecerlo con lo que quisiésemos, había agua de rosas, jazmín, curry, canela y un sin fin de ingredientes más, nosotras escogimos aroma de violeta. Cuando lo probé me sorprendió tanto que ahora quiero ponérselo a todo. Os dejo una foto del resultado emplatado. A mí se me da fatal colocar las cosas en su sitio porque, al ser un poquiiiiiiito cuadriculada, soy esclava del equilibrio, la simetría, la rigidez y eso es contrario al movimiento que hay que transferirle al plato. Tiempo al tiempo.
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Que bueno el saborcito a violetas ! Que lástima con lo bonito que estaba el platito no poder alargar el brazo y cogerlo! Ya lo haremos realidad algùn dìa aunque sea en Gijón que estará muy bien, ya veràs que dentro de nada la decoración se te darà de maravilla. Besitos
ResponderEliminarGracias por tu confianza reina. Un besín.
ResponderEliminarMadre mía! Si soy lo más lejos de la perfección que existe. Pero la verdad, es que yo también te quiero horrores. Qué suerte que el destino quiso unirmos en este maravilloso camino. Petonets!
ResponderEliminarJa, ja, ja, la percepción de la perfección ¿te suena? Pues no tengo más que añadir. Y ya que el destino a sido tan generoso con nosotras no le vamos a hacer el feo y vamos a seguir unidas por los siglos de los siglos. Muack.
EliminarMe requete suena ja ja. de los siglos... Amén!!
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