viernes, 6 de diciembre de 2013

Adicciones

Ayer recibí mi primera clase de: Tratamiento del chocolate. No sabéis lo que disfruté, y eso que sólo era teoría, en cuanto me toque hacer prácticas voy a palpar el cielo. El aula tenía que estar a una temperatura determinada para que, ni se fluidificase en exceso, ni se enfriase más rápido de lo debido. Había un bol, al baño maría, con el preciado manjar y en cuanto se calentó, el aroma inundó el espacio, ¡mmmmm!. Nos dieron a probar un montón de variedades. Yo no sabía si lo tenía o lo soñaba. Aún queda mucha materia por explicar, y eso me condiciona a ir a clase los Jueves, con la mayor de mis sonrisas.

2 comentarios:

  1. Alicia, se nota que llevas en tus genes algo de chocolate. Hubieras disfrutado en la fábrica de tus antepasados. Que recuerdos !. Muchos besos y disfruta .

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  2. Eso mismo pienso yo. Ojalá me hubiese tocado vivir esos tiempos, me pasaría en la fábrica 24 horas al día. Pero si cuando me corto, y en vez de chocolate, sale sangre, no doy crédito.

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