Las collas son como el cardumen que dice mi profe de técnicas directivas. Un grupo de gente que trabaja unido por alcanzar un objetivo y que consiguen tal grado de confianza que la vida de unos puede llegar a depender de los otros. Verlo es muy emocionante, el calor que nos transmitimos entre los que observamos es un poco agobiante, (porque nos arremolinamos en torno a la base del castillo y no dejamos paso ni a una brizna de aire), la tensión se masca en el ambiente, el corazón se te encoje un poquito más con cada ascensión y sólo en el momento de la coronación, el silencio sepulcral que los acompaña, es roto por los aplausos y los vítores de la gente.
Yo los he visto desde pequeña y cada vez que los veo sigo sintiendo lo mismo. La emoción le da la mano al temor y las dos sensaciones se entrelazan. Y cuando el castillo es coronado es súper emocionante. Y cuando ves que todo salió bien un alivio recorre tu cuerpo. Son padres, hijos, hermanas, vecinos, amigos... como tu bien dices un verdadero cardumen humano. Tradición, raíces y orgullo.
ResponderEliminar¡Ay nena! ¿Para cuándo tu blog? Lo que se está perdiendo la gente por no decidirte ya. Muack.
EliminarQue bonito lo que habéis descrito las dos sobre. Los castellers. Guzmán me mandó el año pasado una fotografía en la que se le ve apoyando en la base. Un beso muy fuerte a las dos preciosidades .
ResponderEliminarJejeje, Guzmán también se ha integrado súper bien en esta tierra. Besín.
EliminarAy con vosotras da gusto! Cuanto cariño se siente. Lo del blog te lo dejo a ti que se te da no bien, rebien ;-) Nanit boniques, petonets!
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