lunes, 22 de septiembre de 2014

Así no

Se acerca el fin. Aún me quedan 6 larguísimos días, cada uno de ellos con su jornada de 16 horas correspondiente. Suena a exageración, lo sé, pero es lo que hay.
El local en el que estoy ahora no es para mí. No me gusta la filosofía, ni el producto, ni la manera de hacer las cosas. No encajo y eso trae consigo la incomodidad de todos.
Lo fundamental es: no tirar la toalla antes de tiempo, aguantar, decir que sí y ser dura; una verdadera roca.
A estas alturas ya nada importa, da igual si lo hago bien o mal, da igual si aprendo o no, da igual si hay motivación o lo contrario. Lo importante es tragar sin que el sabor amargo de la píldora roce tus papilas gustativas; no vaya a ser que un pequeño residuo logre estropear tu sentido del gusto. Gusto por la cocina, los guisos, el chup-chup a fuego lento, la producción, el equipo, el objetivo común, la implicación.
Y mirar hacia adelante para poder vislumbrar ese pequeñísimo punto de luz al final del túnel que me dota del impulso suficiente para seguir mi camino. Sea cual sea, porque después de esta experiencia he de volver a replantearme si valgo para esto, o tampoco.

jueves, 11 de septiembre de 2014

11 de Septiembre

Ha sido mi primera Diada y he vivido cosas que me han resultado, cuanto menos, chocantes.
La primera: había montones de catalanes reunidos en la Plaza de España.
La segunda: las banderas son tan parecidas que en un momento dado no se sabía que símbolo era el que se deseaba plasmar.
La tercera: oír a Artur Mas decir que se siente orgulloso de ser el presidente de este país, deja entrever (desde mi punto de vista) un ligero complejo de inferioridad.
En cuanto a mí, me he vestido con una camiseta amarilla y he ido de un lugar a otro de la concentración, sin ayudar a formar ninguna línea perfecta. Fui mi propia representante, un pequeño punto en medio de toda aquella marabunta, la nota discordante, el lunar junto a la boca.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Nueva aventura

Otra vez toca salir de la zona de confort. Dejo de ser la niña mimada y paso a ser: "Gijón", (ni siquiera Alicia). No es que no me guste, me gusta, pero me siento como en la mili.
Bueno, sabéis que: lo de tratar con el cliente directamente no es mi mayor anhelo.
que: lo de hablar inglés, catalán, japonés... se me da fatal.
que: no sé usar muy bien los palillos chinos.
que: si me sacas del alga wakame me pierdo.
que: estar en el pase y hacer platos al momento me hace temblar.
Pues todo eso, y mil pruebas más, son las que voy a tener que superar a lo largo de este mes.
Mi motivación es la cuenta atrás, ya sólo me quedan 19 días hábiles. ¿Lo conseguiré?

lunes, 1 de septiembre de 2014

Eternamente en deuda

Mi paso por el restaurante Sergi De Meià ha llegado a su fin. La experiencia ha sido magnífica. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia ellos. Me han tratado como a una reina, han invertido su tiempo en enseñarme: los mejores productos, las mejores técnicas, el mejor espíritu.
Millones de gracias a todos, no podría haber sido más perfecto ni queriendo.