Currelando

Vale, creo que lo último que sabíais de mí era que había encontrado trabajo. Ya sé que suena a ciencia ficción, que es difícil de creer, que parece que me estoy tirando el moco, pero no: ¡es cierto, real, verídico!
Me han contratado en una empresa que tiene 8000 trabajadores, es una cadena de restaurantes con un montón de sedes en toda España y Portugal, un lugar donde la norma, el orden, las reglas...determinan su forma de actuación. En resumen: un lugar "muy yo".
Tiene muchas ventajas y también algún que otro inconveniente pero ningún sitio es perfecto.
Entre las cosas malas están:
_ Producto de quinta gama (de calidad pero ya preparado)
_ Cero creatividad.
Entre las cosas buenas están:
_ Los derechos de los trabajadores se cumplen a rajatabla, horario, nóminas, uniforme...
_ El personal es muy jovencito y hay muy buen rollo entre todos.
En principio entré para fregar platos pero esto duró tres días, alguien decidió ponerme a prueba en la cocina y ahí ando.
El restaurante es de comida italiana y yo estoy en la pizzería, estirando masa, distribuyendo ingredientes y horneando. Tengo una chuleta con los 16 tipos que vendemos que ya me están queriendo quitar. Les urge que aprenda rápido y que adquiera agilidad. Me presionan un poquito para que avance a pasos agigantados.
Odio que se me acumulen las comandas porque eso implica que me retrasaré en los pedidos y que he de solicitar ayuda (con lo orgullosa que soy).
Empecé con un contrato de 16 horas que ya me han aumentado a 20 y de vez en cuando me requieren para alguna que otra hora extra.
En principio eso es lo que hay. Al ser tan poquitas horas el sueldo se me queda corto así que sigo buscando otro trabajo para complementar; lo malo es que si ya es complicado encontrar uno como para encontrar dos; pero no queda otra, todos sabemos que no corren buenos tiempos para la lírica :)