Hasta los jamones de ser el cerdo

En un plato de huevos con chorizo, la gallina se implica pero el cerdo se compromete.
Escoge tus guerras, no des la vida en cada batalla.
Si es tu negocio, si es tu familia, si son tus amigos...entrega el alma.
Valora por qué merece la pena morir y a tumba abierta.

Pastoret

Es la marca de unos productos lácteos catalanes. Están muy buenos y ayer me sorprendí comprando tres variedades de yogur súper originales. Con melón cantaloup, con lima y con coco y piña. Meter la cucharilla hasta el fondo y mezclar la pulpa de la fruta con la cremosidad del yogur es delicioso. No son baratos pero de vez en cuando me doy un capricho.

En desacuerdo

Tuve un profesor de cocina que quería inculcarnos jornadas de 15 horas como algo normal. Y no sólo en locales como Arzak, El Celler de Can Roca, o El Bulli, donde tu curriculum se verá favorecido, sino también en la fonda Paco o en Casa Pepe. "Olvidaos de horarios", decía "La cocina es entrega, tenéis que estar el tiempo que haga falta" (por supuesto sin cobrarlo).
Los derechos de los trabajadores quedan un poco diluidos en este discurso. El descanso, tan necesario para un buen hacer, también se difumina entre las palabras. Y el reconocimiento a tanto sacrificio no está representado.
Lo peor de todo es que si después de haber aceptado ese montón de horas con ese mínimo sueldo se te ocurre disentir entonces eres un irrespetuoso y no llegarás a nada.
Muy bien, puede que esta idea valga para los jóvenes, no sé, yo lo dudo mucho, pero para quien estoy segura que está obsoleta es para compañeros que peinamos canas ya, no somos el nuevo Adriá, no pretendemos hacer historia en la profesión, buscamos un medio para pagar las facturas, que nos permita comer y tener vida, si realmente él tiene razón quizá nos hayamos equivocado de profesión. Yo desde mi ignorancia prefiero discrepar y pensar que el que yerra es él.

Calorías gratuitas

Esta ha sido la prueba de hoy. Bizcocho con streusel de limón. Merece la pena hacerlo aunque sólo sea para disfrutar del buen olor que deja en la casa. Mmmm!

Pasteles de Belém

Un amigo me ha enviado la receta de estos pasteles. Los degusté cuando estuve en Lisboa pero no sabía como se cocinaban, cuando lo vi me llamó mucho la atención la forma de hacer la crema, no se termina en el fuego sino en el horno, podría decirse que está a caballo entre una crema y un flan. Así que, hoy que estaba libre, probé. Sabían muy bien pero me quedé corta en la cocción. La próxima vez saldrán perfectos.

¡Uf!

Estoy leyendo un libro titulado: "Los 88 peldaños del éxito", voy por el 14 y estoy agotada.
Que nadie piense que a la gloria se llega sin esfuerzo, ¡madre mía!, es como subir una escalera (de ahí el título) y cada tabica es un triunfo.
Hay una frase, atribuida a Confucio, que cada vez que la recuerdo trae a mi cara una mueca de fastidio, dice así: "Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes".
Libros como el que os comento tienen ese mismo efecto en mí porque las indicaciones escritas dejan patente aquello que ya sabías que has de realizar y que cuesta horrores llevar a cabo. Con lo cual, cada norma es como un bofetón que te recuerda tus errores.
Para que me entendáis os dejo aquí el primer peldaño: "El enemigo de la vida no es la muerte. Es el desaprovechamiento. Lo importante no es cuánto tienes, sino cuánto lo aprovechas. El objetivo de la vida no es que sea vivida. Es que sea aprovechada." ¡Hala! ahí os queda eso, ahora báiladlo ¡y sólo es el primero!

Morriña

Me he levantado echando de menos los postres típicos de mi tierra. ¿Qué hacer para poner remedio a tan sencillo problema? pues elegir una receta, comprar los ingredientes y hornearlos. Hoy Carajitos del profesor, típicos de Sales. Creo que, excepto el pan untado con mantequilla y azúcar, no existe nada más fácil de elaborar y están deliciosos.