miércoles, 29 de julio de 2015

José

Ayer, mi tío abuelo José, falleció a la edad de 96 años.
Estuvo presente en mi vida desde el minuto cero y tengo muchísimos recuerdos. Con ellos me quedo.
La guerra hizo de él un hombre fuerte y austero, pero toda esa sobriedad que se auto aplicaba se tornaba en generosidad al agasajar a los demás.
Una de las cosas que más le gustaba era viajar. Presumía de haber visitado todas las capitales de Europa y en cada regreso nos traía caramelos. Mi prima dice que ahora, cada vez que coma uno, pensará en él.
Poseía una memoria prodigiosa que usaba para contarnos miles de historias, anécdotas, cuentos, chascarrillos, chistes... es su legado, así que, a todos nos tocará rememorarlos y narrarlos otra vez.
Y hasta aquí mi homenaje particular.
Espero volver a coincidir contigo Lillo, ha sido un placer haberte podido conocer.

1 comentario:

  1. que bonito comentari a la memoria de tu tío José. Un trabajador incansable, una buena persona prudente y conversador. Un beso muy fuerte.

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