sábado, 2 de mayo de 2015

Tinta negra

Me han promocionado en el trabajo y he recibido un aumento de categoría. Cuándo lo analizo veo en el hecho una buena noticia pero en la práctica, en medio de la batalla, entre fuegos y sartenes, aún me hace temblar un poquito. Espero ser capaz de dar un buen servicio y estar a la altura; pondré todo de mí para que así sea. La nota negativa la ha aportado el bolígrafo que me facilitaron para firmar el acuerdo, era negro. A la mayoría de mis lectores les parecerá un dato sin importancia pero para que me puedan entender les explicaré que desde muy pequeña todo lo que escribo con tinta negra se malogra; puede ser la lista de la compra, un albarán, o la firma de un contrato. ¿Superstición? a las pruebas me remito. Así que ahora, además de querer llevar este nuevo proyecto a buen puerto también tendré que vencer esta carga que arrastro desde hace años. ¡Ay, las cosas que tiene la vida!